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jueves, 20 de noviembre de 2014

La sombra de la culpa


La mayoría de las personas que se acercan a nuestra consulta de psicología llevan “mochilas” emocionales de su pasado. En este post me gustaría destacar la culpa, como una sombra que nos sigue de forma irremediable. Quiero destacar las aportaciones del trabajo del psiquiatra Pau Pérez Sales sobre la culpa en su libro “Trauma, Culpa y Duelo. Hacia una psicoterapia integradora” donde se destaca que la culpa:

• Es percibida con un carácter de irreversibilidad. Las personas con este sufrimiento de culpa suelen decir en consulta: “no puedo cambiar lo que pasó”, “nada de lo que usted me diga podrá cambiar lo que ha pasado”, “nada me lo podrá devolver”, “ojalá nunca hubiera sucedido...” etc Aunque es posible aprender del pasad, gran parte del trabajo en terapia tiene que ver con manejar los sentimientos generados por hechos sobre los que no se posee ya control.

• Tiene una estructura camaleónica, encontrando su expresión en la vida de la persona en ocasiones de manera directa (la persona expresa su malestar psicológico e identifica directamente la fuente del mismo), pero más frecuentemente de manera indirecta, a través de la presencia de indicadores del malestar psicológico : tristeza, agresividad, conductas paradójicas, sumisión inapropiada, angustia, hipomanía compensadora o cualquier otra de múltiples posibilidades.

• Se intenta ocultar, no sale de forma espontánea (nos avergonzamos e intentamos esconderla),

• No responde a razones, es decir cuando te sientes culpable no puedes dejar ese sentimiento de lado por mucho que te digan tus seres queridos y te demuestren con hechos que tú no eres culpable… no atiende a razones.

• Tiene el poder de invalidarte como persona, puesto que al sentir que no mereces el perdón, no te deja actuar para solventar el dolor llegando a auto-infringirte lesiones, castigos o incluso el suicidio. La psicoterapia para la culpa es uno de los campos más complejos. Muchas veces no se puede dejar de sentirla o en el caso más paradójico sentirse culpa por no sentirse culpable por un hecho sucedido.


Es importante para el tratamiento saber diferenciar lo que es culpa (motivación por hacer un mal) o responsabilidad, donde no existe esa motivación. Este es un camino para poder salir de la encrucijada donde te lleva este dolor. En la terapia la culpa puede ser reconocida como un hecho cierto, es decir la persona ha tenido un papel claro en el hecho (ejemplo: infidelidad en la pareja) pero por ello la persona no debe sentirse “desahucida” puesto que siempre se puede trabajar en el camino del perdón para poder tener una puerta abierta hacia la recuperación de la estabilidad psicológica.




Fdo. María Elena Amo
Psicóloga


Clínica los Belgas


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